Nos apresuramos a aprender mucho sobre el vino, a saber maridarlo, a conocer las variedades, a elegirlo según lo que comeremos… Pero, a pesar de que somos en un país olivarero, no tratamos de igual forma al aceite.
Por suerte, cada vez son más los cocineros y cocineras que le dan la importancia que tiene. Incluso, regalan a sus comensales catas de aceite de diferentes olivas, procedencias o coupajes antes de las comidas, o dejan diferentes tipos de aceites en la mesa para acabar de aliñar los platos.
Desde Olis Bargalló queremos subrayar que hay un aceite (o tipo de aceite) para cada plato. Hay los que tienen un marcado carácter amargo, picante o dulce, y por tanto pueden combinar mejor con unos ingredientes u otros. Existen muchos tipos de aceites (en España hay más de 260 variedades de olivas), pero nos centraremos en las más comunes. Así que, aquí van algunas recomendaciones para saber qué elegir en cada momento.
- La arbequina hace aceites aromáticos, afrutados, con notas de manzana, plátano y almendra. Es suave y dulce, así que es ideal para alimentos suaves, como por ejemplo pesados cocidos o a la plancha, ensaladas, salsas, como por ejemplo la mayonesa, postres, bizcochos…
- La variedad cornicabra hace aceites fuertes y muy aromáticos. Con notas a manzana y a hierbas, hoja de olivo y almendra. Un poco amargo y picante. Es ideal para ensaladas, verduras, guisos y estofados de carnes como por ejemplo de cordero o cochinillo.
- La variedad empeltre hace aceites dulces y suaves, prácticamente sin picor ni amargor. Es afrutado con notas de almendra. Por ser tan suave es ideal para quesos, sopas, purés, pescados y ensaladas, también en los postres.
- La variedad picual, es ligeramente amarga y afrutada con un color verdoso. Tiene más cuerpo y personalidad, y presenta notas de hoja de olivo, higuera y tomate rojo. Es ligeramente picante y amargo. Marida muy bien con embutidos, quesos y platos intensos, como por ejemplo guisos y arroces. Y es ideal para hacer un buen pan con tomate. También es el mejor para fritos, puesto que es el que más aguanta las altas temperaturas.
- La variedad hojiblanca combina muy bien en el gazpacho y otras sopas frías, puesto que es muy afrutada y suave. Sus notas a manzana y plátano son ideales para ingredientes como los que lleva el gazpacho.