Somos el principal país productor de aceite de oliva del mundo, con unas 2,3 hectáreas de cultivo de olivos, pero no somos el que más consume, ni tampoco el que más sabe sobre el aceite de oliva y el olivo. Por delante de España, en consumo per cápita, están Grecia e Italia.
Y es que, a pesar de que nuestro paisaje está impregnado de olivos, a pesar de que nuestra cocina se basa en el aceite de oliva, todavía nos falta mucho conocimiento del que es considerado el oro líquido. De hecho, hay muchos falsos mitos que rodean a este mundo y que la población aún no los tiene bastante claros. Aquí, desde Olis Bargalló, aclararemos algunas de estas ideas preconcebidas.
- El color determina la calidad del aceite. Falso. Cuando el aceite proviene de una cosecha temprana, la oliva tiene más clorofila, por eso, el aceite es más verde. Además, hay variedades de olivas que son más verdosas (como por ejemplo la hojiblanca) y otras más doradas (como la manzanilla). En todo caso, el color no es un indicativo de la calidad.
- Si pica y amarga el aceite es malo. Falso. El picor y la amargura de un aceite de oliva son lo que atribuyen a cada producto su peculiar intensidad que, además, es un atributo positivo. La variedad de la oliva influirá en esta mayor amargura o picor, estas dos características denotan una alta calidad del aceite de oliva virgen extra. Los aceites intensos pueden ser igual de buenos en cuanto a calidad se refiere.
- Si el aceite se solidifica es que es un buen aceite. Falso. El aceite se solidifica cuando baja mucho de temperatura, pero no es en ningún caso indicativo de que sea mejor o peor aceite.
- El aceite de oliva engorda. Falso. Entre los muchos beneficios del aceite de oliva virgen extra para la salud, hay que recordar que es un alimento que tiene propiedades saciantes, por lo que es incluido por los nutricionistas en las dietas de adelgazamiento.
- Un buen aceite de oliva virgen extra no sirve para cocinar. Falso. De hecho, sería el mejor aceite con el que cocinar, puesto que soporta mucho mejor que el resto de aceites las altas temperaturas, y tarda mucho más al degradarse.
Hay muchos estudios que avalan este hecho: el aceite de oliva virgen extra es un producto 100% recomendable para cocinar, por su sabor y su valor nutritivo, puesto que al freír el aceite se generan mayores niveles de fenoles, responsables del antienvejecimiento y la prevención de dolencias.